La endometriosis es una enfermedad cuya incidencia aumenta constantemente en todas las estadísticas y su repercusión no está solo en la salud física de la mujer que lo padece sino en su calidad de vida: relaciones sociales, laborales, familiares, de pareja, en su fertilidad,… y como no, en su salud psicológica.

Pero, ¿QUE ES LA ENDOMETRIOSIS?

La endometriosis consiste en la aparición y crecimiento de tejido endometrial fuera del útero, sobre todo en la cavidad pélvica como en los ovarios, detrás del útero, en los ligamentos uterinos, en la vejiga urinaria o en el intestino. Es menos frecuente que la endometriosis aparezca fuera del abdomen como en los pulmones o en otras partes del cuerpo. Se han descrito casos raros de endometriosis incluso en el cerebro. No existe cura para la endometriosis, aunque existen diferentes tratamientos que incluyen analgésicos para el dolor, tratamiento hormonal y cirugía.[1]https://es.wikipedia.org/wiki/Endometriosis#cite_note-1

La investigación actual pone todo su esfuerzo en la búsqueda de un diagnóstico precoz, pero en muchos casos el diagnóstico llega tras un largo tiempo de dolor, sufrimiento e incomprensión (dolor crónico), en otros no presenta dolor y el diagnóstico aparece de forma silenciosa principalmente al diagnosticar un problema de infertilidad, o un bulto, etc.

En este articulo nos estamos refiriendo a un tipo de endometriosis de nivel IV, ya que las hay otros niveles de afectación mucho más leves y no tienen los efectos que estamos describiendo, pero hay que tener presente que esta enfermedad es degenerativa y crónica.

Proceso psicológico de la endometriosis

Cuando una mujer recibe el diagnostico de endometriosis su reacción es ambivalente: por un lado siente alivio de que alguien le diga lo que le está pasando, el dolor tiene nombre y con ello se descarga de la sensación de frustración, de incomprensión y aislamiento social, laboral y familiar; y por otro ha de enfrentarse a una enfermedad crónica altamente incapacitante.

La endometriosis es una enfermedad que provoca un gran número de perdidas a lo largo de su evolución. Por ello se cataloga dentro de un proceso de duelo: se pierde el futuro tal y como había sido imaginado y planeado. El duelo pasaría por una serie de etapas o tareas a realizar terapéuticamente, en que cada una de ellas se obtendría una reorganización psicológica:

1º Aceptar la realidad de la pérdida.

2º Trabajar las emociones y el dolor emocional que produce

3º Adaptarse a un medio en que la pérdida está presente y

4º Recolocar emocionalmente la pérdida y seguir viviendo  

(J. William Worden, 1997)

Círculos viciosos

Tal y como se ha descrito en las tareas del duelo el objetivo principal es la aceptación de la pérdida así también nos vamos a seguir apoyando en esta tesis sobre las consecuencias que puede producir la lucha contra la aceptación también, en este caso, del dolor. Donde la lucha contra el dolor nos puede llevar a círculos viciosos que no solamente no solucionan el problema, sino que lo empeora.

  1. Intentamos luchar contra el dolor a través de la postura o incrementando la tensión muscular lo que nos ayuda a veces a soportarlo, pero estas conductas mantenidas largo tiempo incrementan el dolor à aparecen contracturas musculares.
  2. La lucha contra el dolor crónico nos lleva a un estado de ansiedad y depresión que a su vez potencian las sensaciones dolorosas.
  3. El dolor nos puede aporta beneficios secundarios, cuando nos evita hacer determinadas cosas que no nos gustan o conseguimos la atención de las personas queridas. Pero, a la larga, se están deteriorando nuestras capacidades y relaciones personales de manera determinante. Esto no nos permite olvidar el dolor y dedicarnos a otra cosa y por tanto nos impide superarlo.
  4. Los cambios sociales derivados de nuestra nueva situación (anteriormente descritos) incrementan notablemente el estrés. Si queremos mantener nuestra actividad (social, familiar y/o laboral) necesitamos más esfuerzo. Si no lo hacemos podemos perder nuestra posición económica, social y familiar, pero los esfuerzos más allá de nuestras capacidades nos llevan al incremento del dolor.

Es decir, tanto desde el punto de vista de los círculos viciosos como de la elaboración de las pérdidas o duelo, el problema no es que haya dolor sino que este arruine nuestra vida ocasionándonos problemas de pareja, trabajo, de amistades y tiempo libre, de ansiedad, depresión, insomnio, etc. y que lo haga porque hemos caído en alguno de los círculos viciosos que se han señalado.

Aceptar las cosas como son y no como tememos que sean, tomar conciencia de las limitaciones que conlleva la endometriosis. Seguir haciendo aquello para lo que valemos de acuerdo a nuestras capacidades, aunque esto signifique que tenemos que adecuar nuestras metas a nuestras capacidades limitadas por nuestra enfermedad. La aceptación disminuye el sufrimiento e incluso inicia un proceso psicofisiológico de la habituación, por el que el dolor se hace más soportable porque nos habituamos a él. Habituándonos disminuye la ansiedad, la rabia, el miedo y la depresión, tendremos menos sensaciones asociadas al dolor.

Repercusiones psicosociales asociadas a la endometriosis

La endometriosis lleva consigo una serie de consecuencias tanto emocionales, sociales, laborales, familiares y de pareja, importantes en la vida de la mujer y de las personas que la rodean. Cuando hablamos de consecuencias de la endometriosis estamos hablando de las consecuencias que tienen los síntomas de dicha enfermedad, ya que las mujeres con endometriosis leve o que no experimentan síntomas no han de sentirse identificadas con las dificultades que más adelante se describen, salvo en el caso de la infertilidad.

Intervención psicológica en mujeres que sufren endometriosis. El apoyo psicológico a las mujeres con endometriosis no es monopolio exclusivo del psicólogo o terapeuta.

  • El apoyo empieza o debería empezar en el círculo de familias y amistades de la mujer afectada. El tejido relacional es muy importante si contamos con relaciones compuestas de lazos sólidos, empáticos y sinceros. La familia ha de estar informada de la enfermedad y tratamientos. Hay que promover dicha comunicación y el contacto con los familiares, con el objetivo presente de mejorar la calidad de vida.
  • El médico que hace el seguimiento médico a la mujer ocupa un lugar igualmente importante como fuente de apoyo psicológico. Resulta de mucha ayuda el sentirse comprendida y acompañada a lo largo de la enfermedad por la persona que prescribe el tratamiento y que tendrá que realizar varias intervenciones en su cuerpo. La confianza en el especialista es fundamental.
  • Las asociaciones de enfermos son otra fuente de apoyo psicológico ya que en ellas la afectada encuentra otras mujeres que padecen la misma enfermedad y que han pasado por lo mismo. Compartir las vivencias dolorosas con aquellas personas que han vivido experiencias semejantes resulta sumamente aliviador.

Las intervenciones psicológicas se pueden realizar a nivel grupal (grupos de apoyo, grupos de ayuda mutua (GAM),  a nivel individual, en Terapia de Familia y/o pareja, y también con otras técnicas de intervención como relajación, respiración, visualización, focalización externa.

Un campo importante en la relación de pareja y la endometriosis es la sexualidad, donde la falta de deseo sexual es la disfunción sexual más frecuente. En la mujer con endometriosis habrá que valorar todas las circunstancias que puedan estar inhibiendo su libido, siendo el dolor (dispareunia) uno de los factores determinantes pero no el único, también el estrés, el cansancio y el sueño o la preocupación pueden ser factores determinantes en el deseo sexual.

Cualquier intervención psicológica ha de partir de una evaluación u anamnesis completa que tenga en cuenta las aspectos como:  edad de la mujer, aparición y diagnóstico de la enfermedad; si tiene hijos o si desea tenerlos, vida social, familiar, laboral y ocio; relaciones sexuales; etapa de la enfermedad; estrategias o recursos personales; estado de animo; grado de dolor; aceptación o no de la enfermedad; medicación que está tomando,…

 A modo de conclusión: recordar que el objetivo principal es lograr una disminución del sufrimiento, ayudando así a mejorar la calidad de vida de la mujer, por lo que debemos tener presente todos los aspectos que rodean a la enferma de endometriosis con dolor crónico van a influir directa o indirectamente en la modulación del dolor por lo que es importante tenerlo en cuenta y tratarlo de forma adecuada.

Bibliografía

Compte J. (2005) Endometriosis: sufrimiento y apoyo psicológico. En Endometriosis. Una visión multidisciplinaria para médicos, pacientes y familiares (pag.155). Ed. Asociación Española de Endometriosis. Girona

IASP. Subcomitte of Taxonomy. Pain terms: a list with definitions and notes or usage. Pain 1979; 6: 249-252.

Penzo W. (1989). El dolor crónico, aspectos psicológicos. Barcelona. Martínez Roca SA.

William Worden (1997) El tratamiento del duelo: asesoramiento psicológico y terapia. Ed. Paidos.Barcelona.

Vallejo M. (1983) Evaluación y tratamiento psicológico del dolor. Revista Española de Terapia del Comportamiento. Vol. 1, nº 3: 329-377.

Vallejo M. y Comeche M. (1994) Evaluación y tratamiento psicológico del dolor crónico. Ed. Fundación Universidad Empresa. Madrid.

Martín S.  (2006) Endometriosis, reproducción y vida de pareja. Cuadernos de Terapia Familiar, 63: 149-157. ISBN: 0213-79-41.